lunes, 7 de agosto de 2017

Auge y declive.

Halcón peregrino
En muchas de las entradas de este humilde blog, hago alusión a especies en “declive”. Por lo general suelen ser especies que siempre han sido frecuentes en nuestros campos y que en los últimos tiempos, probablemente debido a acciones humanas, resultan cada vez más escasas.
En otras ocasiones introduzco el término “auge”, casi siempre refiriéndome a especies exóticas, o a otras que sin serlo, han sabido aprovechar muy bien las actividades humanas para prosperar, en algunos casos de forma muy notoria hasta llegar a crear algunas “molestias” a los habitantes humanos.
Entre las primeras cité hace poco al Abejaruco europeo o al voraz Alcaudón común, ambas muy frecuentes en Marbella hace unos años y que sin saber muy bien el porqué han disminuido tanto, que aunque no se puede decir que han desaparecido totalmente del término, si que han sufrido una regresión brutal, que hace muy difícil observar alguno criando en los últimos años.
Entre las que aumentan también cite en entradas recientes algunas exóticas, comos las omnipresentes Cotorras, tanto la argentina como la de Kramer, o a la Gaviota patiamarilla, tan común como reproductora en nuestro núcleo urbano en tiempos recientes.
Sin embargo también hay alguna que otra especie autóctona, y no ligada a medios urbanos que parece que últimamente ha crecido poblacionalmente de forma destacada. Me refiero por ejemplo al bello Halcón peregrino Falco peregrinus, un veloz matador que hace unas décadas sólo era posible observar –y no sin dificultad-, en alguno de los más inaccesibles cortados de nuestras sierras y que de un tiempo a esta parte se observa con cierta facilidad en muchos puntos del municipio. Incluso alguno se adentra en el casco urbano en contadas ocasiones en busca de presas como Palomas y Tórtolas turcas. ¿A que puede ser debido este aumento?. Difícil de responder, al menos para mí, pero como suele suceder en estos casos suele ser la conjunción de varios factores lo que hace que una determinada especie entre en “·declive” o en “auge”. El aumento de especies presas (palomas, tortolas, etc), la posibilidad de que los lugares donde ubican sus nidos no sean objeto de molestias y puede que incluso, la escasa presencia de competidores y/o depredadores, hayan hecho que esta bonita ave rapaz se haya convertido en frecuente en nuestros campos.

Y no es la única que parece en expansión durante los últimos años, pero eso lo dejaremos para otra entrada.

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