sábado, 31 de enero de 2015

Invernante común.

El Bisbita pratense Anthus pratensis, es uno de los pájaros más comunes en nuestros pastizales durante el invierno. En iberia solo crían unas decenas de parejas en la costa cantábrica, por lo que su reproducción es meramente testimonial. Sin embargo es muy común en el centro y el norte de Europa. Desde estos países norteños huyen a principios del otoño, desplazándose masivamente hacia la cuenca mediterránea, incluyendo el norte de África, donde pasan los meses más fríos del invierno.
En Marbella tiene el nombre vernáculo de “pasita” o “pancita” y es uno de nuestro pájaros de invierno más comunes. Llega a nuestras latitudes a principios de octubre y permanece más o menos hasta marzo. Mayormente insectívoro, en invierno puede consumir algunas pequeñas semillas que busca en las zonas herbáceas, generalmente en pequeños grupos, siendo un pajarillo muy ligado al suelo, que apenas se posa en árboles o arbustos.

Ahora nos encontramos en los máximos anuales de esta especie tan común, pues cuando los fríos aprietan en el norte ibérico, los Bisbitas pratenses pueden desplazarse hacia zonas más atemperadas a terminar de pasar el invierno, antes de regresar a sus zonas de cría.

martes, 27 de enero de 2015

Siguen aumentando.

Cada vez resultan más numerosas y se encuentran en más puntos del término. La Cotorra argentina Myopsitta monachus, lleva unos años en franca expansión en Marbella. El casco urbano, urbanizaciones, y algunos hábitats naturales, generalmente no densamente arbolados, suelen ser los que frecuentan con mayor asiduidad.
Originaria de sudámerica, la primera cita en España se produjo en Barcelona en 1975, desde entonces se ha expandido por diversas partes de la península e islas Canarias, donde localmente llegan a ser muy abundantes y ruidosas y como puede verse en la imagen, se alimentan de casi cualquier materia vegetal, por lo que son muy adaptables al medio donde viven.
Construyen nidos comunales en árboles, donde nidifican y forman dormideros, en ocasiones de varias decenas de ejemplares.

Unas invasoras en expansión en toda la Costa del Sol, con poblaciones que ya originan problemas en cultivos y en la flora y fauna autóctona y que serán difícilmente erradicables en la coyuntura actual.

lunes, 19 de enero de 2015

Halcón peregrino en Marbella.

Esta mañana fría de enero, en un breve paseo por la zona de Nagüeles, pude observar como una rapaz se posaba en una torreta eléctrica portando una presa. Inmediatamente la enfoque con mi telescopio y me lleve la sorpresa de comprobar que era un Halcón peregrino Falco peregrinus, que había cazado un ave -que no puede identificar-, y que rápidamente se dedicó a despedazarla y engullirla.
Esta magnifica cazadora, utilizada desde tiempos remotos como ave de cetrería, posee unas características físicas, que la hacen ser la que ostenta el récord de velocidad en el mundo animal. Pueden llegar a superar los 300 Km/h en sus picados de caza y para ello disponen de una configuración anatómica única entre las aves. De cuerpo robusto y musculado, su cola corta y sus alas puntiagudas la dotan de un aerodinamismo que no tiene parangón entre las aves de presa. En los peregrinos toda su anatomía está al servicio de la velocidad, a la que fían su éxito depredador.
Vive en todos los continentes, salvo en la Antártida, y captura presas de mediano tamaño, sobre todo aves, que suele “acuchillar” en pleno vuelo con sus poderosas garras, para una vez la presa cae al suelo, recogerla y consumirla.
En España mantiene una población que parece aumentar en las últimas décadas de forma moderada. Es un residente que ocupa un territorio durante todo el año, aunque nuestro país también acoge un contingente numerosos de aves invernantes procedentes del centro y norte de Europa.
En Marbella crían de manera habitual al menos 1-2 parejas, y seguramente el individuo detectado hoy pueda ser alguno de estos residentes. Pero también pudiera ser un peregrino llegado desde latitudes norteñas. Sea como sea la observación ha sido de los más interesante, porque después de consumir la presa, permaneció soleándose durante un buen rato dándome la oportunidad de conseguir algunas fotografías de esta excepcional ave, por lo general bastante esquiva.